muchacha en la ventana

"Lo que sé, lo puede saber cualquiera, pero lo que siente mi corazón solo lo conozco yo" Goethe

domingo, 7 de agosto de 2011

Emilio Gallori


Gente, y más gente comprando souvenires, tazas, platos, camisetas, etc. Una postal. Me detengo. Era esta escultura del italiano Emilio Gallori. Aquí os la dejo, se llama Il dolore (el dolor), un hombre desnudo sentado, cogido en un momento de introspección, de sufrimiento, de dolor, emocional o físico. Compungido con su dolor, pasa inadvertido ante el público que deambula por el palazzo publico de Siena buscando a Simone Martini, pero alli está, en la sala de la Unificación sacando al exterior sus sentimientos a través del mármol.



Gallori es un escultor italiano cuya vida transcurrio entre 1846 y 1924. Nacido en Florencia su formación artística transcurrió entre Nápoles y Roma. Se hizo conocido después que su Nerone fuera expuesto en Viena en 1873. En los cuatro años sucesivos trabajó en Londres y luego en Roma. Su estilo, entre romanticismo y realismo, consige darle vida al material poniendo de manifesto los sentimientos de la escultura. Posiblemente conociera la obra de Rodin.


Elaborando para las diferentes ciudades italianas esculturas conmemorativas para sus plazas y parques, una hábito muy de moda en el s. XIX. Cuando la escultura era de tipo figurativo, significativo para un ciudad y sus gobernantes y cuya finalidad era la de recordar las glorias pasadas, transcritas en mármol o bronce.





Monumento a Giuseppe Garibaldi, obra de 1895 situado en la colina de Gianicolo, en Roma. La parte superior es un monumento ecuestre (al estilo de los condotiero renacentistas), mientras que la parte inferior, el basamento exalta los logros del héroe italiano, encontramos un uno de los lados la alegoría de Europa y América; el desembarco de Masala; la resistencia de Boiada; y la defensa de Roma.







Escultura a Pietro Metastasio, escritor y poeta italiano del siglo XVIII, obra de 1910 en mármol ubicada en la piazza San Silvestro en Roma. Con la indumentaria propia de la época, apoyado sobre una columna de libros, y escribiendo, logra captar la figura del libretista.


2 comentarios:

  1. Gracias por deleitarnos con estas maravillosas escultura, aún no he ido a Roma.. besos, pásalo bien.

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  2. A Roma también tengo que ir, por lo pronto lo que he visto de las tierras italianas, Venecia, Florencia y la Toscana, ha sido bellísimo. disfruta del veranico

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"El sabio puede cambiar de opinion. El necio nunca", Kant