Aquí podeis ver un atardecer colorido en estas playas almerienses (es de mi propia cosecha). A estas alturas del verano, están cambiando muchas cosas, la forma de pensar, de sentir, los encuentros, los desencuentros, mi yo.
Tumbada sobre la toalla, con los pies tocando la arena fría que ha esta hora de la tarde se encuentra, dejo mi libro de Murakami. Respiro. No hay nubes ya. Han sucedido muchas cosas, buenas, malas y regulares; y de las que me arrepiento son aquellas que no sucedieron. Demasiados pensamientos.
Tras el duro trabajo y sacrificio solo me queda relajarme y esperar a "mi destino".Ya contaré cual es. Entre tanto que llega saldré al mundo a ver con quién me encuentro.