Aquí podeis ver un atardecer colorido en estas playas almerienses (es de mi propia cosecha). A estas alturas del verano, están cambiando muchas cosas, la forma de pensar, de sentir, los encuentros, los desencuentros, mi yo.
Tumbada sobre la toalla, con los pies tocando la arena fría que ha esta hora de la tarde se encuentra, dejo mi libro de Murakami. Respiro. No hay nubes ya. Han sucedido muchas cosas, buenas, malas y regulares; y de las que me arrepiento son aquellas que no sucedieron. Demasiados pensamientos.
Tras el duro trabajo y sacrificio solo me queda relajarme y esperar a "mi destino".Ya contaré cual es. Entre tanto que llega saldré al mundo a ver con quién me encuentro.
Que la brisa marina despeje tus dudas y se alejen de ti las nubes oscuras, muchacha.
ResponderEliminarun abrazo.
Que tengas suerte con tu destino. Me refiero, claro está, al laboral. El otro es cuestión de tiempo. Por cierto, ¿qué libro de Murakami es el que te traes entre manos?
ResponderEliminarUn saludo y suerte.
El destino viene sólo no necesita invitación
ResponderEliminarDifruta del tiempo de espera con tus letras.
Besos y buen finde
Gracias Tejón, en eso estamos.besoss
ResponderEliminarCayetano, solamente tengo que esperar para que me den un nuevo instituto. Con lo que respecta al otro, ya se presentaran las cosas en su momento.
ResponderEliminarY el de Murakami, es el último, el Fin del Mundo y un despiadado país de las maravillas, que lo tengo desde navidad que salió y sin poder leeerlo. Ya dejaré por aqui la critica consiguiente.
un abrazo
40añera, yo al destino no lo invito lo espero, con mis letras porsupuesto, y disfrutanto de la vida.
ResponderEliminarun abrazo
Si aceptas tu destino, tu destino te lleva; si no lo aceptas, tu destino te arrastra. (Goethe)
ResponderEliminarPeregrino, lo que sabe el amigo Goethe. El destino siempre sigue su camino.
ResponderEliminargracias por tus palabras
Leo tu entrada y me siento bastante identificada. He pasado otras tantas tardes sentada en la playa, mirando al horizonte, pensando... intentando atisbar tal vez una minúscula parte de lo que está por venir.
ResponderEliminarSí, demasiados pensamientos en mi caso también, pensamientos en tropel, y tal vez por ello mientras tanto lo mejor sea, como tú bien dices, salir al mundo a ver con quién nos encontramos.
Un saludo desde la Costa Brava.
La foto dice: no hay sol, no hay gente y no hay estrellas...
ResponderEliminarTambién habla mucho del cielo protector, un poco de agua... y mucha arena, parte con sombra...
Habrá que ir poniendo alguna estrella y la luna para que las noches no sean tan oscuras.
Un barco, para salir de la isla...
Ah!! lo más importante: un sol que deje ver lo que escribas en la arena!
Pues sí, Santa, el sol que ilumine el nuevo día, que de fuerza, para seguir.
ResponderEliminarun abrazo