muchacha en la ventana

"Lo que sé, lo puede saber cualquiera, pero lo que siente mi corazón solo lo conozco yo" Goethe

viernes, 23 de octubre de 2009

La historia de Cleobis y Bitón



El historiador Heródoto de Halicarnaso (s.V a.C) narra una estrevista mantenida en Sardes por Creso, rey de Lidia, y Solón, estadista ateniense que gozaba de gran fama por su sabiduría. En el curso de la charla, Creso preguntó a su huésped si había conocido, en alguno de sus viaje, al hombre más dichoso del mundo. Creso le formulaba esta pregunta creyendo que él era el hombre más afortunado, pero Solón, sin ánimo de adularlo, sino ateniéndose a la verdad, le contó una historia sobre dos hermanos: Cléobis y Bitón.

"Éstos, que eran naturales de Argos, contaban con suficientes medios de vida y, además, con un vigor corporal de unas proporciones tales que ambos eran a la par campeones atléticos; más aún, de ellos se cuenta la siguiente historia. Con ocasión de celebrar los argivos una fiesta en honor de Hera, su madre tenía que ser ineludiblemente trasladada en carro al santuario, pero sus bueyes no habían regresado del campo a la hora debida.


Entonces los jóvenes, como el tiempo apremiaba, se uncieron ellos mismos a la gamella y arrastraron el carro sobre el que iba su madre, llegando al santuario después de haber recorrido cuarenta y cinco estadios. Y, una vez realizada esta proeza a la vista de todos los asistentes, tuvieron para sus vidas el fin más idóneo y en sus personas la divinidad hizo patente que para el hombre es mucho mejor estar muerto que vivo. Resulta que los argivos, rodeando a los muchachos, los felicitaban por su fuerza; y, por su parte, las argivas lo hacían con su madre por tener unos hijos como aquéllos.




La madre, entonces, exultante por la proeza y los elogios, pidió con fervor a la diosa, de pie ante su imagen, que concediera a Cléobis y Bitón, sus hijos que tanto la habían honrado, el don más preciado que alcanzar puede un hombre. Tras esta súplica, y una vez concluidos los sacrificios rituales y el banquete, los muchachos se echaron a descansar en el propio santuario y ya no se levantaron: ese fue el fin que tuvieron. Y los argivos mandaron hacer unas estatuas de ellos y las consagraron en Delfos, pues habían sido unos hombres excepcionales"


Estas dos esculturas los representan, he querido añadir la segunda imagen para que se tenga una idea más o menos de la dimensión de dichas esculturas, realizadas entre el 610-590 a.C. Son el vivo ejemplo de la transición del estilo dedálico al arcaico, caracterizada por la solidez maciza de las figuras. Proceden de un taller argivo y conmemoran el comportamiento de Kleobis y Biton, que transportaron a su madre, sacerdotisa de Hera, hasta el Santuario de la diosa en Argos, uncidos ellos mismos al carro. La historia de estos hermanos es la expresión mitológica del fatalismo griego.

Realizados en mármol, con un tamaño de 2,70 m, se caracterizan en principio por entrar dentro de la tipología de kuroi, jóvenes efebos desnudos. Con un pie adelantado, los brazos ya despegados del cuerpo (los anteriores en cronología estaban pegados al cuerpo); el cabello cae sobre los hombros, perfectamente recogido y trenzado; y sus rostros con grandes ojos almendrados le dan el carácter de eternidad que poseen este tipo de esculturas, acompañadas de una historia tan heróica como esta.


10 comentarios:

  1. Gracias por hacernos participes de tus conocimientos muchacha, me gustó la historia.
    Un abrazo.

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  2. Tejón,gracias, pero como dibujó Goya en uno de sus grabados donde colocó a un hombre mayor apoyado en dos bastones avanzando, su título: "Aún aprendo".

    un abrazo

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  3. Caramba, madame, pues menudo premio se llevaron los dos, contemplado desde nuestra perspectiva contemporanea.
    Me ha encantado el relato. Me gusta mucho la antigua Grecia, madame.

    Feliz sabado

    Bisous

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  4. Dame, que grandes los griegos, Cleobis y Bitón se llevaron el mejor premio, ser recordados durante todos los tiempos.

    a mi me apasiona también la antigua Grecia,así que de vez en cuando dejaré historias así.

    feliz sábado, un abrazo

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  5. Hermosa historia pero también terrible historia también si la divinidad cree que es mejor para el hombre estar muerto que vivo...

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  6. Ico, así entendían los griegos la divinidad, así se recordaría su hazaña.Una pretensión un tanto grande, pero que va con nosotros, ser recordado durante todos los tiempos.

    un abrazo

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  7. ¿No será esta la única "eternidad" que se puede alcanzar? que alguien recuerde tu historia o contemple tu imagen en el tiempo...

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  8. Isabel, la gloria, ser recordados como héroes...eran otros tiempos los de los griegos.

    un abrazo

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  9. Vaya con el premio de los dioses, la eternidad para los héroes por la proeza realizada.
    Veo que para ilustrar la historia nos traes dos esculturas que representan a esos esforzados mancebos: dos "kouroi". En mis tiempos de estudiante nos hablaron de este tipo de escultura de la época arcaica y su influencia oriental: el hieratismo, la frontalidad, la evocación al bloque de piedra de donde surgieron.
    Un saludo.

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  10. Cayetano, esas mismas características que tú hablas, siguen siendo hoy día, y la verdad que esas tremendas moles de piedra casi sin tallar, impresionan y uno tiene la sensación de que en cualquier momento van a despetar de su letargo hierático.

    un saludo

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"El sabio puede cambiar de opinion. El necio nunca", Kant