Saliendo del baño, así se titula esta obra de Joaquín Sorrolla. Maestro del impresionismo español, pintor que como nadie supo captar la luz del Mediterráneo, con sus aguas, sus gentes, sus colores y hasta la brisa del verano.
Cuando en épocas anteriores estudié a Joaquin Sorrolla, no entendía ese concepto de la luz. Problema de fácil solución si se visita la Casa Museo de Sorrolla en Madrid.
La casa donde habitó el valenciano y su familia, donde se albergan además de gran cantidad de obras, recuerdos y mobiliario. Claro eso hace que parezca un espacio pequeño, al encontrarse esa inmensidad de objetos, la casa también conserva el patio exterior, donde el artista salía a disfrutar de la naturaleza.
Añadir en estas líneas la fuerza del color y de la luz, que realmente te deja enmudecido, en el transcurso de mi visita a esta agradable vivienda, entre otros estaba este cuadro, que es de una ternura inigualable, que nos recuerda a las vírgenes renacentistas (a las del amigo Rafael).
Recuerdo con mucho cariño de aquella visita, un par de obras que apenas se encuentran en los catálogos, son unas vistas de Córdoba, de la Alhambra y del Generalife, cuando el artista viajó a tierras andaluzas, y para muestra el Partal, viéndose reflejado en esas fuentes y jardines granadinos.
Para vosotros va dedicado este cuadro, por todas aquellas veces que me sorprendí ante una obra de Sorrolla, contigo.
impresionismo impresionante ;)
ResponderEliminarla verdad que sorrolla es para vivirlo, ya lo sabes.
ResponderEliminarun abrazo
ahora esta en huelva no me la pienso perder
ResponderEliminarAnónimo, disfrutala porque es increible.
ResponderEliminarun saludo