Sin embargo, la serie de pinturas de Bellows donde capta las peleas de boxeo amateurs fueron posiblemente su gran contribución a la historia del arte. Esas pinturas están caracterizadas en ambientes oscuros, en donde las brillantes pinceladas que representan a las figuras humanas vívidamente dan un fuerte sentido de moción y dirección.
Desde 1907 a 1915, creó una serie de pinturas mostraban a la ciudad de Nueva York bajo la nieve. Escenas de la vida urbana como esos vecindarios colmados de niños en las calles y ropa colgando en tendederos, que tan retratados por el cine han sido.
A menudo peleaba con los otros empleados por su creencia de que la libertad artística debería vencer a toda política ideológica que podría tener el periódico. Bellows también disentió notablemente con su círculo, apoyando públicamente la intervención de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. En 1918, creó una serie de litografías y pinturas que describían gráficamente las atrocidades cometidas por Alemania durante su invasión a Bélgica. La más notable de ellas fue The Germans Arrive, la cual estaba basada en un relato verdadero, y la cual ilustraba crudamente a un soldado alemán conteniendo a un joven belga cuyas manos habían sido cortadas. Por esta razón, su trabajo fue altamente criticado por los censores y fue perseguido por los idealistas que estaban en contra de la guerra, apoyados por el gobierno nacional bajo los Actos de Espionaje.
Obras:
- Dempsey and Firpo (1924)
- Forty two kids.
- New York (1911)
no conocía a este pintor... el cuadro del boxeo es formidable, crudo y mágico al tiempo.
ResponderEliminargracias por el descubrimiento
Me pareció muy interesante, porque es totalmente diferente a lo que se hacía en la Europa de pre-guerra; y absolutamente fascinante, porque al ver las imágenes, a que te recuerdan a aquellas peliculas donde se retratan las penurias de la sociedad americana.
ResponderEliminarY la del boxeo,impactante, a mi me recordo a la peli: Cincerella Man, semejante.Además este hombre era grabador.
Un saludo, me alegro de verte por aquí, porque pensaba que el interior del vértigo te había absorbido totalmente.