muchacha en la ventana

"Lo que sé, lo puede saber cualquiera, pero lo que siente mi corazón solo lo conozco yo" Goethe

miércoles, 27 de mayo de 2009

Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, 1844.

Dentro de unos días, llegará a esta ciudad de Almería la obra Don Juan Tenorio, que está haciendo la turné por los escenarios españoles, en este caso el papel principal lo defiende Fran Perea (está teniendo muy buenas críticas), yo sólo puedo decir que asistiré a disfrutar del teatro. Estará en Almería este viernes y sábado.

Aquí os dejo la escena IV, correspondiente a la primera parte, al acto tercero, es el momento en que Don Juan entra a los aposentos de su Doña Inés.


DOÑA INÉS, DON JUAN, BRÍGIDA

INÉS. ¿Qué es esto? Sueño..., deliro.

JUAN. ¡Inés de mi corazón!

INÉS. ¿Es realidad lo que miro,
o es una fascinación...?
Tenedme.... apenas respiro...
Sombra.... huye por compasión.
¡Ay de mí...!

(Desmáyase DOÑA INÉS y DON JUAN la sostiene. La carta de DON JUAN queda en el suelo abandonada por DOÑA INÉS al desmayarse.)

BRÍGIDA. La ha fascinado
vuestra repentina entrada,
y el pavor la ha trastornado.

JUAN. Mejor: así nos ha ahorrado
la mitad de la jornada.
¡Ea! No desperdiciemos
el tiempo aquí en contemplarla,
si perdernos no queremos.
En los brazos a tomarla
voy, y cuanto antes, ganemos
ese claustro solitario.

BRÍGIDA. ¡Oh, vais a sacarla así!

JUAN. Necia, ¿piensas que rompí
la clausura, temerario,
para dejármela aquí?
Mi gente abajo me espera:
sígueme.

BRÍGIDA. ¡Sin alma estoy!
¡Ay! Este hombre es una fiera;
nada le ataja ni altera...
Sí, sí; a su sombra me voy.


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"El sabio puede cambiar de opinion. El necio nunca", Kant