muchacha en la ventana

"Lo que sé, lo puede saber cualquiera, pero lo que siente mi corazón solo lo conozco yo" Goethe

sábado, 26 de septiembre de 2009

"hacer la cama"

Santiago Rusiñol, La Morfina, 1894

Antes de "hacer la cama".....tuvo que inventarse. Sabido es, que es un mueble, que se utiliza para dormir aunque también puede usarse para otras actividades: leer, sentarse, descansar, tener sexo, reposar en períodos de enfermedad, etc.


La historia, nos cuenta algo sobre ella. Comenzamos, desde el a.C. hasta d.C.:


- tiene forma propia desde Egipto y Asiria: bastidor rectangular, alargado de madera o metal, sostenido por pies elevados, terminando en un respaldo. Había de dos formas según su utilización, dormir o comer.


-los griegos fueron los que les dieron la forma com la conocemos; los persas tenían sus camas con baldaquinos y la cubrían con muchos tapices. Los colchones en principio eran de paja, lana o plumas. Con el paso del tiempo mejoró la calidad de las maderas, esto se da ya en tiempos de los romanos.

- con la Edad Media, se fueron añadiendo almohadones, rellenos de plumas, lana o crin animal, al igual que las pieles de los animales se trabajaba y hacía las veces de cobertor.

Los doseles, baldaquinos, tapices, hacen sus idas y venidas con la moda del momento, en principio estos elementos tenían una función básica, y es que al estar rodeando la cama ayudan a que el calor se mantenga (eso con respecto a lugares fríos).

Y claro, así lleva el hombre haciendo la cama cada vez que se levanta desde los albores de la humanidad. Entonces el lenguaje que le da una vuelta de tuerca a todo al decir "hacer la cama" aparte de lo que hemos hablado anteriormente....se refiere también cuando a uno le preparan el terreno a modo de trampa oculta en medio de la selva...y cae en la misma, te metes en la cama, y para terminar del todo te tapan. En principio arrancan con tu confianza, después te camelan, te engañan, te invitan a pasar y como no te has dado cuenta....te tapan hasta el cuello.

y alguién sabría decir, ¿¿como salgo de esta cama??

12 comentarios:

  1. Que gran invento, madame. Uno de los que mas hay que agradecer. Los egipcios sí que sabían.
    Cómo me llama a mí la camita por las mañanas. Excepto cuando estoy enferma, que entonces me da rabia tener que quedarme por especie de obligacion.

    Feliz domingo, madame

    Bisous

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  2. Ufff que poco me gusta hacer la cama, lo mío es deshacerla!

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  3. Ja..ja.. interesante cuestión.. y buena historia de la cama.. ¡Me da que no quieres salir de ella aunque sepas que es con un interés oculto...¡

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  4. Dame, sí que sabían estos egicios y griegos...a mí tampoco me gsuta mucho la cama en periodo de enfermedad....pero siempre es un lugar agradable.

    pasaré el domingo lo mejor que pueda, besosss madame

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  5. Diana, deshacerla sabemos todos, jejeje, acompañados y solos.

    un abrazo

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  6. Ico...me has dejado pensando...y sí que quiero salir de esa cama...me falta la manera de hacerlo.

    un abrazo

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  7. En la cama nacemos y morimos, gozamos y sufrimos;
    es difícil escaparnos de ella.
    Piensa el porqué entraste en ella; si te engañaron o te dejaste engañar(no es lo mismo), y si ya sientes frio en ella, baja por sus sábanas y escápate.
    Un abrazo

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  8. J. Carlos....gracias....he decidido escapar

    un abrazo

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  9. En la cama se engendra a un ser humano...
    En la cama se da a luz...
    En la cama te haces mujer..
    En la cama mueres...
    Algunas veces me vienen pensamientos negativos cuando pienso en la cama...

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  10. Ana es valenciana, valenciana.
    Yo, cordobés de la judería...
    ______

    Me explico:
    Entrado el otoño, ahora menos. Pero hasta hace pocos días, mi cama era el lugar menos comprensible para Ana, el más aconsejable para cordobés acalorado desde niño, el SUELO FRESQUITO.
    _____

    Un beso.

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  11. Opium...la cama es un lugar tan central en nuestras vidas...yo suelo tener dulces sueños en la cama...

    un beso

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  12. Josealfonso....el suelo fresquito le gusta al cordobés, a la del almería, etc,lo que pasa que un poco duro. un beso

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"El sabio puede cambiar de opinion. El necio nunca", Kant